Como todas las semanas, presentamos a continuación nuestro "Álbum del Recuerdo", página que el CEPH confecciona todos los días sábados para el diario El Llanquihue (página A2 en el formato impreso en papel), con fotos e información de nuestro Archivo y material que es facilitado por la propia comunidad en algunas oportunidades. En esta ocasión, la edición del diario corresponde al día 27 de marzo de 2010. AMPLIAR Las autoridades del naciente Puerto Montt, debieron preocuparse por el orden y seguridad de los vecinos en la medida en que la población iba en aumento Los numerosos robos que comenzaron a registrarse, obligó a crear en 1854 un Cuerpo de Vigilantes, integrado por un sargento, un cabo y cuatro vigilantes. Sus funciones se limitaban a no consentir la ebriedad en los días de trabajo; vigilar que no se efectuaran apuestas; no permitir en las calles hombres ociosos, parados o sentados, o que estén dando conversación a los obreros; permitir la venta de alcohol sólo los días festivos; no tolerar riñas ni escándalos; prohibir tocar la guitarra después de las 22 horas, pues perturba el necesario reposo nocturno; cuidar que los vecinos no lancen desperdicios a las calles y no permitir el tránsito de animales; siempre que vea que se dispone a salir una embarcación chica o grande, dará parte al capitán del puerto, y otras obligaciones más. En 1890 el Cuerpo de Vigilantes estaba conformado por un comandante, un sargento, tres cabos y catorce vigilantes, los cuales hacían el servicio a caballo portando grandes sables y cada cierto tiempo hacían sonar un pito (de hueso), para dar a conocer su presencia. En la imagen, captada en 1905 por el fotógrafo Jermán Wiederhold, se puede apreciar a un vigilante haciendo guardia a un costado de la Intendencia, en la esquina de calle San Martín con Urmeneta. Detalle de la fotografía donde se puede apreciar claramente el vigilante en la esquina. Panorámica completa de la fotografía. A la izquierda se observa la iglesia Catedral. TABLESTACADO DE FIERRO La caleta de Angelmó, antes de 1900, era solo un pequeño caserío habitado por descendientes de colonos alemanes, que fueron poblando el sector desde los primeros años en que fue fundada la ciudad. Originalmente se instalaron aserraderos, molinos y otras industrias en el lugar. Con el correr de los años, y dadas las ventajosas características topográficas que presenta la pequeña bahía y el canal de Tenglo, con sus tranquilas aguas y al abrigo de los vientos, comenzaron a llegar de diferentes latitudes, embarcaciones de todo tipo, especialmente lanchas chilotas, con variados productos para la venta. El movimiento comercial se concentró a comienzos de siglo en el sector en el que hoy día se encuentra emplazado el Puerto, a la altura entre calle Miraflores y Chorrillos. Durante la década del 30, debido a las obras de relleno y a la construcción de las instalaciones portuarias, el movimiento comercial y de lanchas chilotas se desplazó a lo que en la actualidad conocemos como Angelmó. En la imagen, captada a mediados de la década del 20 por el fotógrafo José Popek (de Puerto Varas), se aprecia claramente como se desarrollaba el movimiento comercial y de embarcaciones antes de la construcción del Puerto en dicho sector. |
28 marzo 2010
"Álbum del Recuerdo - Imágenes de Nuestra Tierra" - Diario El Llanquihue - 27 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario