23 noviembre 2008

"Álbum del Recuerdo - Imágenes de Nuestra Tierra" - Diario El Llanquihue - 22 de Noviembre de 2008

Como cada sábado, presentamos el "Álbum del Recuerdo - Imágenes de Nuestra Tierra", que el CEPH ha editado esta semana con fotos de su Archivo, para la publicación del sábado 22 de noviembre del 2008 del diario El Llanquihue.


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Fotos e Informaciones Complementarias

EL TELÉGRAFO

Alejandro Torres - Presidente CEPH Por Alejandro Torres

El invento de Samuel Finley Breese Morse, el telégrafo, que permitía a través de cables enviar mensajes a la distancia en un código especial, revolucionó las comunicaciones a escala mundial.
Después de perfeccionar varios prototipos, Samuel Morse logró transmitir el primer telegrama en Estados Unidos el 24 de Mayo de 1844, utilizando el código Morse, sistema que él mismo inventó, donde cada letra es designada en base a puntos y rayas.
En Puerto Montt, este importante medio de comunicación, comienza a operar el 4 de octubre de 1881.
Una de las primeras noticias, conocida casi inmediatamente, fue la elección de Domingo Santa María como Presidente de Chile; días después, en los salones del hotel "Osorno", el alcalde don Federico Oelckers Detlevsen ofrecía un banquete a las autoridades y principales vecinos a raíz de esta elección presidencial. "El Porvenir" periódico que circuló entre 1881 y 1884, dejaba consignado en sus páginas la inauguración del telégrafo en la ciudad, acotando además que “Puerto Montt debe sentirse orgulloso, es un paso éste que justifica de manera honrosa que en la corta existencia de nuestro pueblo el adelanto viene a tocar la puerta de nuestros hogares".
Existía una red de postes con cables que, en su gran mayoría, había sido construida por el Estado chileno. Los tramos entre algunas ciudades eran concesionados a particulares, en consecuencia existía una competencia entre el Telégrafo del Estado con las empresas particulares.
En cada oficina había un administrador, un operador que dominaba los sonidos del código Morse y los despachadores que repartían los telegramas. Junto a ellos trabajaban los inspectores y "reparadores de hilo", estos últimos se encargaban de recorrer el tendido de cables uniéndolos cuando algún accidente los cortaba.
Entre las empresas particulares que prestaban este servicio la más exitosa fue el Telégrafo Comercial. Don Atanasio Reyes Peralta, natural de Osorno, ingresó a los dieciséis años a trabajar como aprendiz en el Telégrafo del Estado. Hacia 1895 había ascendido a inspector y muy pronto ocupó la administración de una oficina. A comienzos del siglo XX arrendó el Telégrafo Americano que cubría el tramo Concepción-Temuco-Osorno. Su vasto conocimiento, más la energía desplegada le permitió crecer rápidamente y en 1905 fundó el Telégrafo Comercial que cubría las ciudades más importantes del territorio nacional.
En Puerto Montt tenía oficina en la esquina de calle Rancagüa, posteriormente se trasladó en las proximidades de la Estación de Ferrocarriles (calle Quillota) y finalmente, ocupó las dependencias de una casona de madera en calle O"Higgins, a un costado de la Catedral, lo cual le permitió una cercanía con los numerosos hoteles de la ciudad.
El Telégrafo Comercial sobrepasaba en eficiencia al Telégrafo del Estado, por lo tanto tenía tarifas más altas que compensaban la rapidez.
Hacia 1915 una carta entre Puerto Montt y Santiago demoraba diez días de promedio, en cambio una comunicación a través de telegrama llegaba a su destino al día siguiente. Aquellos telegramas que anunciaban nacimientos, defunciones o viajes tenían preferencia y eran marcados con una cruz roja. El trámite comenzaba solicitando una hoja tipo, donde se anotaba el destinatario, la dirección y el mensaje. Existía un mínimo de diez palabras, y cuando el mensaje era más extenso se cobraba por palabra. Existía también la carta-telegrama que resultaba más barata que un telegrama corriente de texto muy largo.
Al comenzar la década de los ochenta la telefonía comenzó a masificarse, en consecuencia el telégrafo se volvió anacrónico y cerró sus oficinas, convirtiéndose los equipos transmisores en piezas muy apreciadas para los coleccionistas.

BALNEARIO DE PELLUCO

A 4 Km. del centro de la ciudad se encuentra el balneario de Pelluco, que en lengua mapuche significa “estero de choros” (Pellu=choro y co=agua, estero).

En 1911 este sector fue habilitado y declarado balneario para las personas mejor acomodadas de la ciudad y que tenían sus parcelas de agrado en el lugar.

Entre los primeros vecinos que se radicaron en Pelluco y alrededores, están las familias Peñaylillo, von Mayer, Tureuna, Quinan, Rapiman, Vivar, Paillacar, Proeshler, Mardones, Oyarzo y Torres entre otros.

A principios del siglo XX se construyó al final de Pelluco la capilla Santa Cruz, que fue reconstruida en 1985 con materiales que asemejan una arquitectura chilota.

Hasta la década de 1960, en que se construye el camino costero, Pelluco se conectaba con la ciudad a través del “camino viejo”, que comienza al final de calle Regimiento. Solamente la línea férrea corría por el borde costero. En la actualidad, es además un sector residencial que cuenta con servicios de alimentación, alojamiento y discotecas.

A continuación algunas imágenes de Pelluco, que reflejan como ha ido cambiando con el paso de los años.

Una de las más antiguas fotografías conocidas del balneario de Pelluco. Data de 1920, y se puede apreciar que el sector es netamente rural, con una pequeña capilla (Santa Cruz) construida a principios del siglo XX, la cual fue reconstruida en 1985 asemejando una arquitectura chilota. Se alcanza a observar al lado izq. de la imagen, una huella que corresponde al actual camino hacia Chamiza.



Otra vista de Pelluco, de 1921, desde lo alto del camino (una huella) que iba a Chamiza.

Vista de Pelluco, de 1922, que muestra las pocas casas que había en el sector.

Una extraordinaria fotografía aérea del balnario de Pelluco, de 1935-36, tomada al parecer desde un avión Gipsy Moth DH-60 (por el tipo de ala y el fierrito vertical que se aprecia al costado derecho), que fue el primer avión que tuvo el Club Aéreo de Puerto Montt y que llegó en 1935. Se puede apreciar la línea férrea, parte del "camino viejo" que llegaba a Pelluco y que comenzaba al final de calle Regimiento, ausencia de camino costero, la capilla Santa Cruz (ángulo inf.izq.) y las pocas casas que existían en esa época.


En la imagen, que data de 1945, se aprecia el balneario de Pelluco y algunas casas residenciales, que alcanzan solamente hasta el “puente”. Más allá se observa que aún el sector es netamente rural.

Una imagen de Pelluco de 1955, 10 años más tarde que la imagen anterior. Se aprecia un mayor número de casas residenciales, y se aprecia que "pasado el puente" el sector ya está comenzando a ser poblado, y ha dejado de ser "campo".

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