Presentamos a continuación el "Álbum del Recuerdo" que hemos preparado esta semana, página que el CEPH edita todos los días sábados para el diario El Llanquihue (página A2 en el formato impreso en papel), con fotos e información de nuestro Archivo y material que es facilitado por la propia comunidad. En esta ocasión, la edición del diario corresponde al día 26 de diciembre de 2009.
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PRIMEROS JESUITAS
Considerando el aumento poblacional que experimentaba la colonia de Llanquihue y la necesidad de atender espiritualmente a los inmigrantes católicos germanos, el Obispo de Ancud, Fray Juan Francisco de Paula Solar, solicitó a la Compañía de Jesús el envío de algunos sacerdotes de nacionalidad alemana. La respuesta fue positiva, y el 22 de marzo de 1859, luego de un accidentado viaje, que incluyó un naufragio en el canal de Chacao, arribaron a Puerto Montt los sacerdotes jesuitas P. Teodoro Schwerter, P. Bernardo Engbert y el Hermano José Schoor. "Llegamos por fin a nuestro destino. Es una nueva ciudad fundada como centro de la colonia de alemanes. Estos constituyen casi 300 familias", escribió el P. Schwerter al Superior General de la Compañía de Jesús. Tras su arribo, los religiosos jesuitas se hicieron cargo de la iglesia "San Juan de Dios" de Puerto Montt, construyeron una pequeña capilla y fundaron la escuela "San José", que años más tarde se transformaría en el colegio "San Francisco Javier". En la fotografía, captada por el doctor Carlos Martin en 1869, se aprecia al centro de la imagen, la primera edificación y capilla que construyeron los jesuitas en calle Guillermo Gallardo, donde actualmente se emplaza el colegio San Javier. Nótese que aún no se comienza a construir la iglesia jesuita (fines de 1871), la que fue inaugurada en la navidad de 1872.
TRAGEDIA EN EL LAGO
El 28 de febrero de 1931, llegaron a esta región los príncipes de Inglaterra Eduardo VIII de Gales y Jorge VI de Windsor, quienes visitaron la zona del lago Llanquihue, hospedándose en la casona de la Península de Centinela. La Banda Instrumental del Regimiento Nº 11 "Caupolicán" de Valdivia, acompañaba a la comitiva para agasajarlos con sus melodías. Se había convenido que ese día en la noche, el vapor "Chile" iría a la península en busca de los músicos a las 22 hrs. para que pudieran pernoctar en Puerto Octay. Una demora en el zarpe del vapor por falta de leña desde Puerto Octay, motivó a los músicos a embarcarse en la lancha Moewe, con capacidad para 20 pasajeros y de propiedad de Egon Balduino Minte, la que se encontraba en el muelle de la península. Mientras la lancha viajaba de regreso, el vapor Chile, una vez superado el retraso, navegaba en busca de los músicos. A una milla de Puerto Octay, al interior del lago, los potentes reflectores del vapor, utilizados para orientarse en la oscuridad de la noche, encandilaron al piloto de la lancha, perdiendo el rumbo y atravesándose frente al vapor, lo que produjo una fuerte colisión que hundió a la frágil embarcación en el acto. De los músicos, doce se ahogaron, más el maquinista, Sofanor Águila. La imagen, de autor desconocido, muestra el momento en que es rescatada la lancha Moewe de las aguas del lago, apreciándose en ella los graves daños producto de este trágico accidente que costó la vida a trece personas. PLAZA DE ARMAS EN 1948
Una vista de la Plaza de Armas y de calle San Martín en toda su extensión, captada en 1948 por Gilberto Provoste. En 1942, la Plaza de Armas había sido totalmente remodelada, demoliéndose el antiguo Quiosco de Retretas, cortado el árbol de encina que había sido plantado por Vicente Pérez Rosales para la fundación de la ciudad, y retirados el busto a Manuel Rodríguez y el monolito de rocas conmemorando los 75 años de la colonización alemana. Esta nueva fisonomía que adquiriría la Plaza, se mantendría hasta principios de la década del 60, cuando después del violento terremoto que asoló la zona sur del país el 22 de mayo de 1960, se construyó en su parte central una gran pileta de agua.
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