28 julio 2012

EL RECUERDO DE LA SEMANA

TABLESTACADO DE FIERRO
Fotografías: Alejandro Torres (atorres.pm@gmail.com)
Texto: César Sánchez


La imagen que presentamos esta semana, corresponde a una inédita fotografía encontrada hace solo un par de meses por don Alejandro Torres, que muestra la construcción del tablestacado de fierro a principios de la década de 1930. A la fecha no se conocía una imagen desde esta perspectiva (desde los altos del cerro Miramar) en la que pudiera apreciarse el avance de las obras en esta fase. La imagen fue captada por el reconocido fotógrafo Enrique Mora.

Hay que recordar que durante la década de 1930, se realizaron en Puerto Montt una serie de obras civiles de gran envergadura. Las obras de relleno efectuadas a lo largo de la costanera fueron sin lugar a dudas un notable progreso para la ciudad, tanto en la parte urbanística como en el área económica.

Los trabajos en general contemplaron tres fases: una “Obra de Defensa” contra el mar, constituida por la construcción de un tablestacado de fierro desde la Estación de Ferrocarriles hasta calle Independencia, a la altura del puerto, para reemplazar el antiguo tablestacado de madera construido a fines de 1870, semidestruido por la fuerza del oleaje. El nuevo tablestacado servirá de base para contener el posterior relleno de esta zona, con lo cual se amplía la superficie ocupable de la costanera, permitiendo la construcción de una línea férrea entre la Estación y el Puerto, sirviendo además como un sector de paseo de casi dos kilómetros de largo.
La segunda etapa contempló la construcción de un “Malecón de Atraque” para el funcionamiento del futuro Puerto.
Y la tercera consistía en el “Dragado del canal de Tenglo”, destinado a conseguir una profundidad de 10 mts. para que los barcos pudieran situarse junto al Malecón.
La importancia comercial de las últimas dos fases, fue permitir que las mercaderías pasaran directamente de las bodegas de los barcos a los carros del ferrocarril o a camiones, evitándose el desembarco en botes y lanchones que significaba más tiempo y recursos.

La construcción del tablestacado de fierro fue encomendada a la Firma alemana Dyckerhoff & Widmann, quienes se adjudicaron igualmente la construcción del Puerto.

El material de ripio para los rellenos fue extraído desde el cerro Miramar, el que fue cortado en forma longitudinal por grandes palas mecánicas a vapor. De esta manera la costanera quedó ensanchada en una franja de 70 mts. de ancho, zona que progresivamente comenzó a poblarse más tarde.

En este detalle de la imagen general, se aprecia a trabajadores instalando las vías férreas por donde circularán los carros de volteo que transportaban el material de relleno extraído del cerro Miramar.

En este otro detalle de la imagen general, se puede apreciar el “martinete” al comienzo del tablestacado, maquinaria que literalmente iba “clavando” las estacas de fierro en el terreno.



En las últimas dos imágenes se puede observar de igual manera el martinete y los carros de volteo llevando el material de relleno.

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28 junio 2012

EL RECUERDO DE LA SEMANA

EL CONVICTORIO DEL COLEGIO SAN FRANCISCO JAVIER
DE PUERTO MONTT
Fotografía: Luis Opitz
Textos: César Sánchez – Alejandro Torres

La fotografía como documento histórico, ha adquirido gran importancia en los últimos años. Una adecuada lectura de ella, permite corregir fechas, conocer edificios desaparecidos, apreciar el estilo arquitectónico en determinadas épocas, verificar el trazado de las calles, observar los cambios topográficos de una ciudad, o intuir el movimiento doméstico de un sector, entre otras cosas.

Desde hace casi dos décadas, el presidente de nuestra institución, señor Alejandro Torres Guerrero, se ha preocupado de estudiar y reunir una importante colección de fotografías patrimoniales de la provincia de Llanquihue, muy especialmente de la ciudad de Puerto Montt, adquiridas de su pecunio, en lugares tan distantes como Grecia, Israel, Malasia, Bélgica, Hungría, Canadá, Australia, y en muchos países más de los cinco continentes. Como consecuencia del análisis fotográfico de este importante material histórico, se ha podido conocer importantes aspectos del antiguo Melipulli y el desarrollo que ha tenido la ciudad con el correr de los años.

Es así que en esta oportunidad, ofrecemos a nuestros lectores una inédita fotografía que hace solo quince días llegó para su análisis a las expertas manos del señor Torres, la cual fue encontrada por el señor Luis Opitz, anticuario de Puerto Varas, en antiguos álbumes fotográficos familiares.

Fotografía que data de la década de 1920, que muestra una vista de la población Modelo. Al centro se aprecia el primer edificio del Internado o Convictorio Jesuita, donde comenzó a funcionar el Colegio San Francisco Javier en 1882. Se observa además el cementerio católico. El autor de esta imagen es desconocido.

Detalle de la fotografía anterior, que muestra el edificio del Convictorio Jesuita.

Realizado el correspondiente estudio, podemos comentar que se trata de una vista de la población Modelo, captada durante la década de 1920, la “más antigua panorámica conocida a la fecha”, y que para nuestra sorpresa, permite apreciar además en toda su magnitud el antiguo “Internado o Convictorio de los Padres Jesuitas”, inmueble que estuvo ubicado hasta 1928, en el lugar donde hoy se levanta el Hogar de Ancianos “San Vicente de Paul”, contiguo al cementerio católico que también se puede observar con toda claridad en la imagen.

Hasta la fecha, no se tenía una imagen de dicha edificación, sin embargo, el hallazgo de esta fotografía hace resucitar este antiguo Convictorio del Colegio San Francisco Javier.
Al revisar la bibliografía existente, se puede encontrar información muy interesante relativa a este tema, la cual transcribimos a continuación.

En el Anuario No. 9, de octubre de 1929, editado por los Padres Jesuitas, el ex alumno Bernardo Gotschlich, a la sazón profesor de Estado y Abogado, dejó un relato sobre su antiguo internado:“Mi entrada al Colegio de S. Francisco Javier fue en la primera quincena de mayo de 1891, eran entonces Superior del Convento de San José el R.P. Huberto Düffels y Ministro del Colegio el R.P. Bernardo Engbert…..el Colegio que en vano he buscado en estos días de junio de 1929 estaba situado en la Quebrada del Cerro de los Padres (hoy población Modelo) con un frente muy prolongado; al medio un hermoso pórtico de estilo gótico con torrecillas. Era ocupado, empezando por el noreste, por la capilla, las salas de recibo, la portería y las habitaciones de los Hermanos coadjutores. En dirección al fondo de la quebrada había dos cuerpos de edificios que dejaban al medio un gran patio abierto y al fondo uno cubierto (para los días de lluvia, tan frecuentes en la región) y por último seguía un gran huerto muy bien cultivado. Por el lado sur había un galpón para las vacas lecheras y caballos que pastaban también en los prados colindantes.
      El cuerpo del edificio que quedaba hacia el noreste era ocupado por las salas de clases que servían también de salas de estudios y los altos o más bien “entretecho alto” provisto de ventanillas, servían de dormitorio para más o menos 50 a 70 niños”.

Y en el libro “Desde Melipulli hasta Puerto Montt”, tomo II, publicado por el Padre Eduardo Tampe S.J. en 1983, se comenta lo siguiente (en forma resumida): “dado el creciente interés de los colonos alemanes por enviar a sus hijos a educarse a la escuela “San José”, que los Padres Jesuitas mantenían en su casa residencial desde 1859, en calle Guillermo Gallardo a un costado de la iglesia de la misma comunidad, en 1880 comenzó a sentirse la necesidad de tener un “colegio con internado”, para que los niños recibiesen una sólida formación religiosa y en letras humanas. En cuanto el proyecto fue conocido por los católicos de la ciudad, comenzaron a llegar los aportes, con los cuales se pudo adquirir un terreno en la población Modelo, y posteriormente, gracias a la ayuda económica enviada desde Europa, se logró levantar este inmueble. El 27 de abril de 1882 se abrió el nuevo colegio al que se bendijo con el nombre de “San Francisco Javier”, en homenaje al gran Santo de las Misiones de la Compañía de Jesús.
El mismo día de la apertura comenzaron a concurrir nuevos niños venidos en gran número de los alrededores del lago Llanquihue.
En este alejado edificio, el colegio se mantuvo funcionando hasta 1895. Como la ubicación no era la más adecuada, los Padres decidieron el traslado del colegio a la nueva construcción en calle Guillermo Gallardo, que se había levantado junto a la residencia”.

Por otro lado, en la epidemia de viruela que asoló a la ciudad de Puerto Montt entre marzo y junio de 1905, el Convictorio fue declarado en cuarentena y se prohibió las visitas de familiares, al tiempo que los sacerdotes cortaron toda comunicación con el exterior y recurrieron a su huerta para la alimentación de los alumnos, más los pertrechos traídos desde los campos cercanos.

Con estos antecedentes a la vista, se puede concluir que esta fotografía, además de mostrar el “primer Internado o Convictorio Jesuita”, muestra también el “primer edificio” donde comenzó a funcionar desde 1882 el “Colegio San Francisco Javier”, que anterior a esta fecha se denominaba escuela San José.

Casa Residencia y capilla de los Padres Jesuitas en calle Guillermo Gallardo. Nótese que aún se encuentra vacío el sitio donde más tarde se construirá la Iglesia Jesuita. Esta imagen fue captada por el doctor Carlos Martin en 1869.

Colegio San Francisco Javier e Iglesia Jesuita en la década de 1900. A estas nuevas dependencias se trasladó en 1895 el colegio que funcionaba desde 1882 en la población Modelo.

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20 junio 2012

EL RECUERDO DE LA SEMANA

Fotografías: Archivo Fotográfico Alejandro Torres (atorres.pm@gmail.com)
Textos: César Sánchez Vera

ARREO DE ANIMALES POR LAS CALLES DE PUERTO MONTT
 
Una vez reconstruido el puerto, después de resultar severamente dañado por el terremoto de 1960,  la actividad marítima en Puerto Montt, que venía creciendo en forma constante, se tornó muy intensa especialmente en la década del sesenta y en el siguiente decenio.


La flota de Empremar (Empresa Marítima del Estado) contaba con un importante número de navíos. Entre estos estaba el “Navarino”, que hacía el trayecto entre Puerto Montt y Punta Arenas en tres días, dependiendo de las condiciones climáticas y de la buena voluntad del golfo de Penas.

El Navarino en faenas de descarga en Chiloé


Estaba también la motonave “Capitán Alcázar” cubriendo la ruta de Chiloé continental. Apoyaban a estos barcos las barcazas “Quellón”, “Río Baker” y “Calbuco”, popularmente conocidas como los quellones, y a comienzo de los setenta se sumaron la “Cisnes” y “Melinka”. De igual forma cabe mencionar a dos cargueros, el “Apolo” y “Junín”.  

Estos buques, junto con las barcazas trasladaban vacunos y corderos desde Aysén; para tal efecto existían corrales en la parte alta de Angelmó, al inicio de la actual población Anáhuac. Sin embargo, dichos recintos se hicieron estrechos y fue necesario trasladar el ganado a potreros que se encontraban en la cuarta terraza, lo que hoy conocemos como los sectores de Antihual, Valle Volcanes, Sol de Oriente, etc.
Los rebaños eran desembarcados y arreados por diestros jinetes a través de las calles Miraflores, Vicente Pérez Rosales, el ánima Fortuosa y Presidente Ibáñez. Cada vez que pasaba un hato, los negocios cerraban sus puertas, los vecinos procedían a tomar los resguardos necesarios en sus respectivos hogares y los escasos automóviles que circulaban por nuestra ciudad eran retirados. Existía la costumbre de abrir los portones de los patios con la finalidad que algún cordero “quedara extraviado”. Los vecinos hicieron de esto un hábito, y una vez que entraban dos o tres corderos procedían a cerrarlos.
El desembarco de vacunos era una situación que requería de mayor preocupación y cuidado, puesto que mezclados con los animales de crianza venían los llamados “baguales”, que eran bovinos salvajes. Acontecía que dichos vacunos con frecuencia se escapaban por calles laterales y los diestros baqueanos muchas veces tuvieron que perseguirlos hasta la misma plaza de armas para lacearlos. Los puertomontinos que no alcanzaban a esconderse de estos bravos animales recibían las cornadas correspondientes y hubo varios casos de personas que sufrieron contusiones de mediana gravedad. 
El arreo de los piños era un espectáculo muy pintoresco que le imprimía a Puerto Montt un ambiente parecido al que se aprecia en las películas del oeste norteamericano. En 1971, siendo Alcalde  don Sergio Elgueta Barrientos, una Ordenanza Municipal prohibió el acarreó de animales vivos por las calles de nuestra ciudad.

Arreo de ovejas por calle Pedro Montt esquina Antonio Varas (1941)

Un arriero guía su rebaño de ovejas por calle Pedro Montt esquina Benavente (década 1950)

Desembarco de ovejas en Angelmó (1928)

Arreo de ovejas por las pampas del sector alto de la ciudad (década de 1950)

12 junio 2012

EL RECUERDO DE LA SEMANA

Fotografía: Archivo Fotográfico Alejandro Torres (atorres.pm@gmail.com)
Textos: César Sánchez – Alejandro Torres

En esta segunda semana que llevamos de haber creado esta nueva sección, queremos presentarles una temática muy interesante, no muy tratada en los libros de historia, pero que está presente de una u otra forma en cada pueblo de cualquier rincón del mundo, y que obviamente, no podía estar ausente en la idiosincrasia e historia de Puerto Montt. Partimos mostrándoles una bonita imagen panorámica de la ciudad, la cual relacionaremos con el tema a tratar. Esperamos disfruten del relato, así como nosotros lo hicimos en nuestras investigaciones sobre los hechos.

Pinchar sobre la imagen para aumentar

La imagen, captada en 1936 por el fotógrafo Ernst Karl de Puerto Varas, muestra una vista panorámica del barrio Cayenel. Al centro se aprecia la calle Antonio Varas en toda su extensión, antiguamente denominada Cayenel, y al costado izquierdo se observa la parroquia del mismo nombre (hoy María Auxiliadora). En el borde costero ya han concluido los trabajos de relleno de la costanera y la instalación del nuevo tablestacado de fierro, desde el sector del puerto hasta la antigua Estación de Ferrocarriles, trabajos que comenzaron a principios de la década de 1930 y finalizaron en 1936. Este barrio, caracterizado desde siempre como un sector netamente comercial, albergando negocios de los más variados rubros, ha tenido fama también por concentrar la bohemia popular. En primer plano de la imagen se puede apreciar claramente la esquina de las calles Antonio Varas con Lota, sector que desde principios del 1900 tuvo una especial connotación por la singular actividad que se desarrollaba en dicho lugar, la que da origen a la siguiente historia…..

La vida alegre en Puerto Montt y María Gaéz

Al comenzar el siglo XX existían en Puerto Montt dos sectores donde se concentraban las llamadas “casas de tolerancia” (prostíbulos). El primero de ellos se ubicaba al final de la calle Guillermo Gallardo, entre doctor Martin y Santa María, atendiendo a la población masculina de los distintos hoteles céntricos. Los establecimientos en esta zona, destinados a satisfacer los apetitos sensuales de los clientes, eran de cierto refinamiento.

La segunda concentración, eminentemente popular, estaba en el barrio Cayenel, en las calles 21 de mayo, Lota, Juan José Mira y Portales. En la intersección de las calles Ancud con Varas existió un local llamado “El Mercadito”, donde se vendían productos hortícolas, mariscos y pescados; a su alrededor se ubicaban estratégicamente, numerosos bares que servían para “entonar el ánimo” antes de cruzar las puertas de los lenocinios para disfrutar de una noche de jolgorio en los brazos alquilados de alguna de las hijas de Afrodita.

La más famosa de las meretrices puertomontinas hasta 1940, fue sin lugar a dudas, doña María Gáez. Esta dama de ascendencia española había llegado a nuestra ciudad a comienzos del 1900 con una partida de connacionales, quienes se dedicaron honradamente al comercio. Mientras uno de sus paisanos, el ibérico Antonio Eguzquiza hacía fortuna con una tienda llamada “El Escudo de Chile”, doña María Gáez prefirió administrar un establecimiento dedicado a los placeres mundanos, invirtiendo sus reales en un amplio inmueble de calle Antonio Varas esquina Lota. Allí, cada día al descender el sol y cuando los varones de esfuerzo se dirigían a sus hogares después de una agotadora jornada laboral, el susodicho caserón se encendía de luces, cantos, bailes y de un total desenfreno invitando al pecado a aquellos hombres débiles de espíritu.

     Las continuas reyertas de los concurrentes que se disputaban los encantos de una dama, eran frecuentes; los desórdenes se sucedían cada noche dejando un importante saldo de heridos y contusos, y a pesar de los continuos reclamos del vecindario, organizados por el cura de la parroquia Cayenel, las autoridades se desentendían del asunto lo cual llevó a comentar que tanto el Alcalde como el Juez “eran muy bien atendidos y agasajados por la señora Gáez”.

     Fueron tan frecuentes los desórdenes nocturnos registrados, que finalmente se la multó con $ 60 de la época. Sin embargo, las peleas y los escándalos aumentaron. En marzo de 1911, el diario El Llanquihue informaba ampliamente sobre estos luctuosos incidentes de la siguiente manera: “En la noche del sábado se produjo un desorden descomunal en la casa de María Gáez, desorden que degeneró en un verdadero pugilato. Aquello fue una batalla campal, los palos, botellazos y bofetadas se repartían a diestra y siniestra. Como resultado de ello hay cabezas rotas, ojos en tinta, heridos, contusos y magullados múltiples. Según se nos informa, algunos de los exaltados concurrentes pretendieron incendiar la casa de María Gáez”.

         Dos meses más tarde, dicho lupanar fue definitivamente clausurado, empero nuestra protagonista, mujer de empresa y de gran empuje, no se amilanó frente a tamaño obstáculo y continuó operando con dos sucursales en la calle Angelmó (sector de la Base Naval). En 1926 la pícara Gáez adquirió una patente de “hotel”, imprimiéndole a su lujuriosa actividad un marco de legalidad. Finalmente, hacia 1940 se retiró del camastro para disfrutar de sus rentas producto de los arduos años de alcoba.

     La tolerancia de las autoridades ante las actividades de doña María Gáez tiene una explicación muy justificada y tal vez corresponda al único caso registrado en Chile. Entre las calles 21 de mayo y Chillán, antes de la ampliación de la costanera a principios de la década de 1930, existía un viejo estacado de madera, de baja altura, construido en 1884, que recibía el nombre de malecón. Como consecuencia del paso de los años, las intensas lluvias y el fuerte oleaje que lo golpeaba durante los temporales de invierno, dicho estacado era frecuentemente despedazado por estas fuerzas de la naturaleza, inundando las viviendas y el sector adyacente a calle Antonio Varas.

     La Municipalidad, carente de fondos para reparar continuamente esta antigua obra, recurría periódicamente a los generosos préstamos otorgados por doña María Gáez, de tal forma y por ética financiera, el Municipio quedaba comprometido con su dadivosa benefactora, quien, aprovechándose del déficit municipal, hacía de las suyas dando rienda suelta a la vida alegre en Puerto Montt.

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05 junio 2012

Nueva Sección Histórica!!! – “EL RECUERDO DE LA SEMANA”

El CEPH da comienzo esta semana a una nueva sección histórica, la que hemos denominado “EL RECUERDO DE LA SEMANA”.

Tal como su nombre lo indica, se trata de una publicación que semanalmente realizaremos en este blog, en la que mostraremos alguna fotografía antigua de Puerto Montt o de alguna de las ciudades de la provincia, que sea de interés, con su correspondiente descripción y documentación histórica.

Las imágenes serán tomadas de nuestros propios archivos, o de las colecciones fotográficas particulares que poseen algunos de los integrantes de nuestra entidad.

Esta nueva sección es muy similar a las publicaciones que entre marzo del 2008 hasta abril del 2010 realizábamos en el diario El Llanquihue, donde todos los días sábados publicábamos nuestro “Álbum del Recuerdo”, el cual era muy leído y seguido por la comunidad, incluso muchos coleccionaron la respectiva página del diario por las interesantes temáticas que se trataban cada semana.

Por motivos de fuerza mayor, no fue posible continuar con dichas publicaciones, pero debido a las constantes peticiones que hemos recibido para proseguir con este tipo de artículos y difundir nuestras investigaciones en materia de historia local, especialmente con la muestra de imágenes, hemos decidido hacer un esfuerzo y retomar esta senda en nuestro propio blog, con nuevas fotografías e interesantes historias.

Y ya que internet y el correo electrónico nos permite comunicarnos fluidamente, deseamos que esta nueva sección sea interactiva, vale decir, que todos participemos y colaboremos semanalmente en la creación de estas pequeñas historias y su correspondiente imagen.

Para esto, les solicitamos que nos den ideas sobre algún tema en particular que deseen conocer, que nos aporten información o sus recuerdos sobre algún hecho trascendente que haya ocurrido en la ciudad, o sencillamente que nos narren hechos de la vida cotidiana que antaño transcurrían en el apacible Puerto Montt.

Pueden enviarnos también material fotográfico de interés que siempre hay guardado en esos viejos álbumes familiares, todo lo cual va a ser muy bien recibido, apreciado y de gran ayuda para nuestras investigaciones en las futuras publicaciones que realicemos en este blog.

Para los casos en que nos envíen solamente una historia escrita, nosotros nos encargaremos de graficarla con alguna imagen de la época, o del mismo evento narrado si tuviésemos disponible las respectivas fotografías.

El material con el cual deseen colaborarnos debe ser enviado directamente al correo del CEPH: ceph.pm@gmail.com.

Esperamos entonces que nos ayuden en esta tarea para hacer más amenas y entretenidas estas publicaciones, y conocer esas historias y recuerdos de parte de uds., los que muchas veces no figuran en ningún libro de historia.

Y para comenzar, publicamos esta semana como imagen central, una hermosa fotografía del antiguo Puerto Montt, cuya descripción se encuentra a continuación de la imagen. Agregamos una fotografía extra más, que complementa la información entregada.
 
EL RECUERDO DE LA SEMANA


Pinchar sobre la imagen para aumentar.

Esta imagen, captada por el reconocido fotógrafo Enrique Mora, muestra una vista panorámica tomada desde la salida de la antigua Estación de Ferrocarriles en 1942. Durante este año, la Plaza de Armas fue completamente remodelada, y en la imagen se puede apreciar precisamente que este lugar se encuentra cercado y con los trabajos en plena faena.

El árbol de encina que había sido plantado por Vicente Pérez Rosales casi en medio de la Plaza, en honor a los colonos alemanes, aún se observa en pie, el cual fue cortado durante esta remodelación.

El actual edificio de la Gobernación aún no se ha construido, y en su lugar se aprecia un antiguo caserón de madera donde funcionaron diversos servicios públicos pocos años después de que Puerto Montt fuera fundado.

En la esquina de Antonio Varas con O’Higgins se observa un inmueble de madera construido en 1933, donde por largos años funcionó la “Ferretería El Ancla” de la sociedad Rensinghoff y Cia.

Al costado izquierdo de la imagen, frente a la Plaza de Armas y en la vereda sur de calle Varas, se aprecia el Quiosco de Retretas, que fue construido también ese mismo año, el cual se encuentra prácticamente terminado, observándose aún algunos andamios a su alrededor. En este Quiosco, que popularmente era conocido como “el bostezo del Alcalde”, se realizaban actos oficiales y culturales de todo tipo; los días domingos al mediodía la banda del Regimiento Sangra tocaba sus retretas musicales y para los desfiles que se realizaban durante el año, era el lugar donde se ubicaban las autoridades e invitados especiales a presenciar el paso de los uniformados.


Banda del Regimiento Sangra ubicada en el Quiosco frente a la Plaza de Armas, un día domingo,
tocando sus retretas musicales.

BIBLIOTECA REGIONAL DE PUERTO MONTT

Uno de los motivos por el cual quisimos mostrar esta imagen para inaugurar esta nueva sección, es la especial relevancia que ha tenido por estos días la construcción que se aprecia en primer plano, el ex Hotel Montt, a cuyas dependencias se trasladó recientemente la Biblioteca Regional de Puerto Montt. Este edificio comenzó a construirse en 1937 y fue inaugurado en 1940. Perteneció a la familia Palaneck hasta que la propiedad fue vendida.

Haciendo una breve reseña histórica, cabe mencionar que durante el gobierno de Pedro Aguirre Cerda, quien llegó al poder con la consigna " Gobernar es Educar", fue creada la Biblioteca N° 48 de Puerto Montt, la cual ha funcionado en distintos lugares, ya sea anexada a escuelas básicas, en el tercer piso de la Casa del Arte Diego Rivera, en calle O’Higgins 236 y en el primer piso del edificio del Museo Juan Pablo II, ubicado en avenida Diego Portales 997. En 1992 fue elevada a la categoría de Biblioteca Regional dependiente de la DIBAM, con una colección de 10.000 textos. Como consecuencia del mal estado del edificio del Museo, la biblioteca cerró sus puertas en junio del 2011, trasladándose al edificio del ex Hotel Montt, donde ocupa el segundo y tercer piso, en una superficie de 850 metros cuadrados, a la espera de un moderno edificio que se construirá en la quebrada de calle Benavente casi esquina con Ejército. Actualmente cuenta con 24.000 textos, medios audiovisuales, sala de computación, hemeroteca y una sala infantil.
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Esperamos que esta nueva sección sea de su agrado, y si desea dejarnos un comentario sobre las temáticas tratadas, o hacer un alcance sobre alguna omisión o error involuntario que hayamos cometido, puede hacerlo aquí mismo, bajo estas líneas.

27 mayo 2012

CEPH reconocido en el Día del Patrimonio Cultural de Chile

Por Alejandro Torres
Presidente CEPH



En el día de hoy, 27 de mayo de 2012, en el que estamos conmemorando el Día del Patrimonio Cultural de Chile, nuestra entidad, fundada el 28 de marzo de 2005, ha sido reconocida por el Consejo de Monumentos Nacionales con el “Premio a la Investigación” en la categoría de las Organizaciones.
Para todos quienes conformamos la institución ha sido una muy grata sorpresa este galardón, el cual agradecemos de corazón, y nos impulsa a seguir trabajando con nuevos bríos en la senda que nos hemos trazado desde el primer día de nuestra fundación, cual es, la recopilación, el estudio y la difusión de nuestro patrimonio histórico local en todas sus variantes.

Han transcurrido ya más de 7 años de constante actividad, durante los cuales se han podido realizar cinco Congresos de Historia local, Exposiciones Fotográficas, Charlas en colegios y organizaciones comunitarias, homenajes en vida a personajes locales, conmemoración de fechas y eventos significativos con alguna actividad relacionada, publicaciones y presentaciones en diversos medios de comunicación social, colaboración en diversas ediciones de libros, asesorías y ayudas a estudiantes y particulares, trabajos de investigación, etc, etc, todo lo cual se ha podido realizar exclusivamente gracias a nuestra pasión y a “la buena voluntad” de cada uno de sus integrantes, lo que sumado al reconocimiento que se nos otorga hoy día, nos llena de un sano y gratificante orgullo, y sentimos que todos nuestros esfuerzos y las largas noches de desvelo dedicadas al estudio, lo ha sabido reconocer y valorar la comunidad local.
Pero al mismo tiempo, sabemos que esto es solo el comienzo de un largo camino que hay que recorrer, en cuanto a investigación y en el descubrimiento de nuevos antecedentes de nuestro pasado, lo cual apoyado con las nuevas tecnologías de la información, hará que cada día vayamos comprendiendo aún más y mejor los diversos sucesos y períodos de nuestra historia local.
Es importante igual mencionar la ayuda que pueda aportarnos la comunidad en general, ya sea con nueva información o material fotográfico, lo que facilitará el desarrollo de nuestras investigaciones. Desde estas breves líneas, agradecemos a todos quienes nos han colaborado de una u otra manera, y nos han brindado su desinteresada ayuda en los momentos en que lo hemos requerido.  Gracias a ellos, a su memoria, a sus recuerdos, a sus álbumes fotográficos familiares y sus experiencias de vida, se ha podido rescatar valiosa información que no aparece escrita en ningún libro de historia, pudiendo armar en varios casos el rompecabezas cronológico de algunos hechos históricos.
En la imagen las personas y entidades premiadas junto a las autoridades culturales locales. En representación del CEPH recibió la distinción el historiador César Sánchez Vera.
Y ya que estamos en el Día del Patrimonio Cultural de Chile, y nuestra entidad muy bien galardonada, vamos a aprovechar la oportunidad junto a estos comentarios, de dar a conocer el reciente redescubrimiento de un importante álbum fotográfico que hace un par de meses tuve la suerte de encontrar en manos de un particular en la ciudad de Santiago, quien durante aproximadamente 40 años lo tuvo guardado en su hogar.
Se trata a mi parecer, por todo el material gráfico que he podido conocer y estudiar durante largos años, del más antiguo álbum fotográfico conocido con vistas de la provincia de Llanquihue, junto a otras fotografías de ciudades y lugares de las provincias de Osorno y Chiloé. La zona específica fotografiada comprende desde la ciudad de Río Bueno hasta Palena. Las tomas fueron realizadas por el reconocido fotógrafo de la época “Jermán Wiederhold” entre fines de la década de 1890 a 1893. Este fotógrafo, nació en Osorno en 1870, y ya a los 20 años se instaló con un estudio fotográfico en su ciudad natal, trasladándose a Puerto Montt en 1891, donde permaneció por varios años desarrollando una destacada labor fotográfica hasta 1897, cuando un incendio destruye su estudio, después de lo cual se traslada a Puerto Varas donde continúa en esta área por muchos años más.
El álbum contiene 100 fotografías (en dos tomos), inéditas hasta el momento, el que fue entregado al director del coro Teutonia de aquella época, como recuerdo de su partida. La dedicatoria está fechada en 1893. Las fotografías se encuentran en perfectas condiciones y son de una extraordinaria calidad, con una excelente resolución, donde se pueden apreciar hasta los más mínimos detalles, lo que hace que este álbum se constituya en una verdadera joya como documento histórico.
A continuación se muestran una veintena de fotografías, de las ciudades de Puerto Montt y Puerto Varas, y entre las que he incluido también, dada su importancia, algunas fotografías de Chiloé y otras localidades, ya que muchas de ellas serían las primeras imágenes conocidas de los lugares que muestran las correspondientes vistas. Como podrán apreciar, el material es de una belleza sin igual, considerando los más de 120 años que tienen estas fotografías. Espero disfruten estas imágenes y ya habrá oportunidad para que se pueda dar a conocer el resto de las imágenes que contiene este maravilloso álbum fotográfico.

Puerto Montt vista general

Calle Urmeneta mirada desde calle Talca

Calle Antonio Varas mirado desde calle Chillán

Calle Rengifo - Iglesia y Campanario Jesuita al fondo

Angelmó mirado desde Tenglo

Carril entre Puerto Montt y Puerto Varas (hoy camino a Alerce)

El Arrayán (hoy Alerce)

Primera fotografía conocida de Puerto Varas

Damas en costanera de Puerto Varas (se aprecia primera iglesia de la ciudad)

Puerto Chico y vapor Clara (muy raro en fotografías)

Posesión del colono Reimann a la entrada de La Poza

Vista de Ancud

Iglesia y Plaza de Castro

Vista de Chochi

Vista de Dalcahue

Vista de Quemchi

Vista de Puqueldón


Primeros colonos de Palena

Vista de Palena desde el norte

Gobernación de Puerto Cisne

05 marzo 2011

Nuevo Orden Cronológico Primeras Imágenes de Puerto Montt


Por: Alejandro Torres (Investigador - coleccionista de Fotografías Patrimoniales de Puerto Montt)
Presidente CEPH

A continuación entrego una actualización del nuevo orden cronológico de las primeras imágenes que se conocen de Puerto Montt.

Con respecto a lo que ya se conocía, este nuevo ordenamiento no sufre grandes modificaciones, a excepción de la nueva imagen encontrada en el diario alemán de 1862 (artículo anterior) que pasa a ocupar ahora la segunda posición en la clasificación que ya se tenía. Cambian también levemente los años de las tomas que se había asignado a cada una de estas primeras imágenes de la ciudad, debido fundamentalmente al conocimiento de nuevos antecedentes históricos encontrados en los Informes de Intendencia de la época.

Obviamente que esta nueva clasificación está sujeta al descubrimiento en cualquier momento de nuevas imágenes que pudieran existir en algún lugar.

Comencemos entonces con esta descripción. Pueden pinchar sobre cada una de la imágenes para aumentarlas de tamaño y ver más detalles de las mismas.


Primera fotografía conocida de Puerto Montt (1860-61)

El autor de esta imagen es desconocido. La fotografía original se encuentra perdida. No se sabe si el original existe en algún lugar, o si se destruyó en algún determinado momento de nuestra historia.

Lo único que se tiene en la actualidad es el “original de una reproducción fotográfica" tomada directamente de "una parte de la fotografía original" por el reconocido fotógrafo local Arnoldo "Lolo" Skoruppa en la década de 1950. Esta reproducción es bastante pequeña, mide 10,5 cms. de largo por 6,0 cms. de alto.

Durante la década de 1950, Skoruppa estaba realizando una investigación acerca de las fotografías antiguas que existían de Puerto Montt en diversos álbumes familiares de la ciudad, especialmente los que estaban en poder de familias alemanas. Tenía en su estudio fotográfico muchos álbumes y fotografías que le habían facilitado estas familias. Pero grande fue el infortunio cuando un gigantesco incendio en 1956 destruyó casi por completo una cuadra del centro de la ciudad, donde justamente se ubicaba el estudio fotográfico de Skoruppa. En declaraciones posteriores al diario El Llanquihue, don Arnoldo muy acongojado comentaba que "gran parte del patrimonio fotográfico de la ciudad se había perdido en este dantesco incendio que lo afectó directamente".

Conocida esta situación, y pensando en qué pudo haber sucedido con el original de esta primera fotografía de la ciudad, y del porqué nunca más se supo de ella a partir de la década del 50, y por qué solo se tiene en la actualidad una diminuta reproducción del original....bueno, les presento aquí por primera vez una teoría personal acerca del destino que pudo haber sufrido el original de esta fotografía.

Como ya se comentó, Skoruppa realizaba durante la década del 50 un estudio de las fotografías antiguas de la ciudad. Si él mismo realizó una reproducción fotográfica del original de esta imagen, y el incendio de su estudio fotográfico coincide con la fecha de sus investigaciones, significa que lo más probable es que el original de esta imagen se encontraba todavía en manos de Skoruppa y guardado precisamente en su estudio fotográfico, y cuando ocurrió la tragedia, el "original de esta fotografía no se salvó del incendió y se destruyó", quedando solo para la posteridad la reproducción fotográfica tomada por Skoruppa antes del incendio, la que fue encontrada alrededor de 30 años después en manos de una familia de la ciudad.

Yo creo que esta teoría es lo que probablemente ocurrió, dado que todos los hechos coinciden justamente en la misma época. En la actualidad esta reproducción forma parte de mi archivo personal.

Un detalle importante de esta imagen es que la iglesia San Juan de Dios, que se aprecia en primer plano al costado derecho, tiene "2 torres", por lo cual esta imagen es anterior al temporal ocurrido a mediados de 1861 que botó una de las torres de esta primera iglesia que tuvo la ciudad. A su vez, la imagen es posterior a 1859, ya que se observa en lo que hoy es calle Guillermo Gallardo, la primera construcción realizada por los sacerdotes jesuitas.


Primera litografía conocida de Puerto Montt (imagen que muestra la ciudad en 1860-61)

Esta imagen corresponde a la primera litografía que se conoce de Puerto Montt, que muestra a la ciudad en los años 1860-61. Fue hecha en Alemania por Bruck Burchard en fecha desconocida. La litografía original esta confeccionada en blanco y negro, y mide alrededor de 1 metro de largo por unos 40 cms. de alto. La imagen que se muestra aquí corresponde al original de una “postal coloreada de fines de la década de 1890”, que se hizo en Alemania, tomando como base la imagen de la litografía original.

Hasta hace solo un par de años atrás, se afirmaba que esta litografía era la primera imagen de la ciudad, fechándola incluso hasta en 1854, como aparecía en una gigantografía en el hall central de una universidad local, y se creía por otro lado que la primera fotografía de Puerto Montt (comentada más arriba), era la segunda imagen conocida de la ciudad. Estos conceptos están totalmente errados!!!.

La realidad es que después de un estudio que realicé de estas dos imágenes hace unos años atrás, comparando la primera fotografía de Puerto Montt con esta litografía, pude observar que "ambas imágenes son exactamente iguales", son idénticas en cada uno de sus detalles, incluso en las proporciones si se sobreponen digitalmente ambas imágenes. Es decir, la litografía es la copia fiel de la primera fotografía de Puerto Montt. Pero existe un detalle: la imagen de la fotografía solo representa y muestra la cuarta parte de la imagen completa de la litografía, específicamente la parte central de la imagen. Surge aquí entonces una interrogante: tenía la fotografía la misma amplitud de imagen que la litografía? Creo con toda certeza, que la imagen de la primera fotografía de Puerto Montt (la que seguramente se destruyó en el incendio que sufrió Skoruppa en su local comercial) tiene que haber sido necesariamente del mismo formato de la litografía para que se haya podido realizar en Alemania una copia tan exacta, vale decir, la amplitud de la vista panorámica de la primera fotografía de la ciudad era exactamente la misma que tiene la litografía. Lo único que no corresponde a la primera fotografía y que sí aparece en la litografía, son los barcos que figuran en la bahía, los cuales "fueron dibujados sobre la litografía", según el reconocido historiador Emilio Held, en una información entregada en la prensa local en la década de 1990.

Por lo tanto, esta litografía, se posiciona como la primera litografía conocida con una vista panorámica de la ciudad, cuya imagen es la copia fiel de la primera fotografía conocida de Puerto Montt.


Segunda imagen conocida de Puerto Montt (1861-62)

En el artículo anterior ya se mencionaron todas las características de esta imagen. Corresponde a la segunda imagen conocida de la ciudad y a su vez es la imagen más antigua encontrada en un medio escrito a nivel mundial, siendo fechada entre fines de 1861 a principios de 1862.

En aquella época para confeccionar este tipo de litografías con vistas de ciudades, normalmente se utilizaba una fotografía de base, la cual era reproducida fielmente en la litografía, con todos sus detalles.

Al pie de la imagen del diario, se puede leer que esta imagen corresponde a una fotografía tomada por el fotógrafo Herrmann de Valparaiso, original que no se conoce a la fecha y no se sabe si existe en algún lugar, lo más probable en Alemania.

Por ahora tendremos que conformarnos con esta imagen recientemente encontrada por mi persona, que aparece en el ya descrito diario alemán del 22 de noviembre de 1862.


Tercera imagen conocida de Puerto Montt (1864)

Esta fotografía, cuyo original se encuentra en el Museo Regional de Puerto Montt, corresponde a la tercera imagen conocida de Puerto Montt, y por sus características estaría fechada en 1864. Su autor es desconocido.

Un detalle muy importante de esta imagen es que la iglesia San Juan de Dios "ha perdido su segunda torre" y el edificio se aprecia en bastante malas condiciones.

De acuerdo a los Informes de Intendencia de la época, este edificio "fue demolido en enero de 1865 por el estado ruinoso en el que se encontraba", por lo tanto, si esta fotografía muestra a este edificio en un estado bastante precario, debería corresponder casi con toda seguridad al año 1864.

La imagen que aquí muestro corresponde a una restauración digital que hice de la fotografía original, ya que esta última se encuentra en muy malas condiciones de conservación, no se hizo con el correr de los años un buen manejo de ella para poder preservarla de la mejor manera para el futuro....una lástima.... La fotografía original está manchada, rota y le faltan varios segmentos en la superficie de la imagen.

Posterior a esta imagen, no se conocen nuevas fotografías sino hasta 1869, cuando llega a la ciudad el Dr. Carlos Martin, quien durante ese mismo año realiza una serie de 4 fotografías con vistas panorámicas del centro de la ciudad, tomadas desde lo alto del cerro donde actualmente se encuentra la Intendencia.

Estas fotografías y sus características las mostraremos en un próximo artículo.